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Venezolanos investigan hongo que mata batracios en el Caribe

Venezolanos investigan hongo que mata batracios en el Caribe

Caracas.-Investigadores venezolanos atribuyen la desaparición en el pasado de poblaciones de ranas en el país al hongo Batrachochrytium dendrobatidis, el mismo que amenaza hoy a al menos una especie de anfibios en el Caribe.

Según la doctora Margarita Lampo, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), el hongo puede ser responsable de la desaparición a fines de los años 80 del siglo pasado de casi todas las ranas arlequines Atelopus en el país.

Al mismo hongo científicos británicos atribuyen la mortandad de la rana gigante llamada “pollo de montaña” en la isla caribeña de Dominica, dominada por una geografía montañosa, donde se teme su desaparición.

Un reporte del IVIC indica que en las muestras de ejemplares depositados en los museos se encontró una prevalencia alta del hongo justo en los años anteriores a la disminución poblacional de ranas en el país suramericano.

Lampo señala que una hipótesis es que eventos climáticos recientes exacerban el efecto del hongo, anteriormente inofensivo para los anfibios.

Para la investigadora, el aumento en la temperatura del planeta trae consigo el incremento de nubosidad y precipitaciones en las zonas montañosas, lo cual disminuye las temperaturas máximas y aumenta en las mínimas, para estrechar el coeficiente de variación.

Esta contracción de variación de la temperatura en zonas montañosas ha situado a los máximos y mínimos dentro del intervalo óptimo de crecimiento del hongo” señaló.

En áreas de baja altitud la situación es diferente como demuestra el reciente descubrimiento en la cordillera de la costa venezolana de poblaciones de Atelopus cruciger, especie desaparecida en zonas montañosas con la epidemia de los años 80.

Otra hipótesis para determinar por qué el hongo dejó de ser inofensivo y comenzó a enfermar a estos animales sugiere que el comercio internacional dispersó el hongo por el mundo y puso en peligro la supervivencia de los anfibios como especie.

Entre los indicios que apoyan esta postura está la poca variabilidad genética entre las cepas provenientes de distintos continentes.

EN DOMINICA

El “pollo de montaña”, rana gigante utilizada para preparar un plato típico de Dominica, enfrenta hoy un serio peligro de extinción acosado por la caza indiscriminada y el Batrachochytrium dendrobatidis, un hongo asesino.

 

Según el Servicio de Información Gubernamental de la isla, la presencia del hongo fue confirmada por el doctor Ian Stpehen, de la Sociedad Zoológica de Londres.

Aunque existe una prohibición de la caza, en la llamada Isla Natural del Caribe, donde su carne es una de las más preciadas, la presencia del hongo está provocando un impacto negativo en los esfuerzos por la preservación.

Para algunos especialistas citados por el Servicio de Información Gubernamental, la amenaza es de tal magnitud que la rana podría extinguirse en la isla en 12 meses.

Adicionalmente, Stpehen alertó sobre el daño ecológico de su desaparición, por el crecimiento desmedido de insectos e invertebrados, al desaparecer un controlador de plagas y eslabón en la cadena nutritiva.

En opinión del experto, la mejor opción es desarrollar la reproducción en cautiverio, método ya ensayado en Londres con animales llevados del Caribe, aunque el fenómeno no está afectando únicamente esa región.

Algunos estudios indican que la mitad de las seis mil especies de ranas conocidas están en peligro de extinción, por diversas causas entre las que algunos citan la elevación de las temperaturas como resultado de los cambios ambientales.

Al mismo tiempo se reporta una rápida propagación del Batrachochytrium dendrobatidis, que amenaza varias especies de ranas, animales de creciente uso en la medicina para la producción de anestésicos y antibióticos.

El “pollo de montaña” (Leptodactylus fallax) es una rana que vive básicamente en las islas caribeñas de Dominica y Montserrat, aunque anteriormente se reportó su presencia también en Guadalupe, San Cristóbal y Nevis y Martinica.

Sus ejemplares adultos pueden alcanzar hasta 16 centímetros, con una población estimada de apenas ocho mil individuos, resultado de una declinación del 80 por ciento de su población en los últimos 10 años, según estimados.
Fuente: Prensa Latina

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